Controlar la frecuencia de tu ritmo cardíaco mientras realizas tus ejercicios aeróbicos te ayudará a saber si realmente estás consiguiendo los objetivos que estás buscando, para esto debes tomar tus pulsaciones por minuto a la manera tradicional, tomándolo tus latidos desde tu muñeca durante 10 segundos y multiplicándolo por 6, o siquieres mayor precisión hazlo con un pulsómetro, luego que tengas los resultados debes aplicar la siguiente ecuación.
A 220 le vas a restar tu edad y el resultado lo multiplicas por 0,6, esto te dará el mínimo de pulsaciones aconsejables, y el máximo lo sacas restando de nuevo 220 menos tu edad pero multiplicando el resultado por 0,85, todo lo que esté dentro de estos márgenes se considera sano, si tus pulsaciones son inferiores al mínimo quiere decir que no te estás esforzando lo suficiente por lo que o recibes ningún beneficio significativo, ahora, si son superiores al máximo, debes tener mucho cuidado porque podrías quedarte sin aire.
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